• English
  • Español
  • ¿Por qué creemos que es importante el desarrollo personal de nuestro equipo?

    por Isabel Camps & Alba Saldaña | Oct 22, 2021 | Reading time: 5 minutes | Blog

     

     

    En Evolution nos distinguimos por poner a nuestro equipo siempre en el centro. Defendemos que, para obtener nuestros resultados empresariales, es esencial escuchar las necesidades de todas las personas que componen nuestros departamentos, para contribuir a su bienestar, desarrollo y salud física y mental. Con ello, el objetivo último que perseguimos es que todos puedan evolucionar y encontrar su verdadera pasión.

    Para garantizar esta cultura empresarial que nos caracteriza, tenemos que entender conceptos ligados a la psicología y a nuestro departamento de People, como, por ejemplo, el desarrollo personal.

    A estas alturas, seguramente habéis oído hablar de este término, ya que estamos viviendo un boom en este sector. Todos sabemos que cuando algo se hace famoso, tiende a perder su esencia y a confundirse como concepto. 

    Por ello, queríamos explicaros exactamente en qué consiste el desarrollo personal y por qué nos beneficia también profesionalmente.

     

    ¿Qué es (y qué no) el desarrollo personal?

    Generalmente, nos centramos en nuestro desarrollo profesional a la hora de definir nuestros objetivos en la vida y a la hora de establecer unas metas, pero… ¡Eso no es desarrollo personal!

    Por la sociedad en la que vivimos, todos tendemos a crearnos una máscara, a interpretar un papel de alguien que no somos en realidad. Esto viene motivado mayormente por el miedo, por ejemplo, a la falta de aprobación, a querer encajar con los demás y con lo que otros esperan de nosotros…

    El desarrollo personal en su esencia, es buscar nuestro propio camino más allá de todas las etiquetas, aprender de nosotros mismos, conocernos, saber qué nos motiva y qué no, más allá de lograr un beneficio económico o centrarnos en lo que sacaremos a cambio. Tenemos que identificarnos por quiénes somos en esencia y no por lo que hacemos o tenemos.

    Cuando sabemos quiénes somos y qué valores nos conforman, todo lo demás a nivel de metas y objetivos en otras áreas de la vida, son mucho más sencillos de establecer y cumplir, además de que, el autoconocimiento es un arma esencial para combatir el estrés y la ansiedad. Si nuestro equipo se conoce personalmente, podrán crecer profesionalmente.

    Te vamos a echar una mano para que te autoconozcas un poquito más a través de 4 preguntas. Para ello, coge un papel y escribe todo lo que se te ocurra a modo brainstorming, y a partir de ahí, podrás ir descubriéndote de una forma más definida.

    Recuerda que si no te sale perfecto, ¡no pasa nada! Esto es un viaje continuo, y estamos solo en el comienzo, ¡no te autoexijas hacerlo perfecto!

     


    1. ¿Quién soy?

    Desde el momento en que nacemos, somos un ser con virtudes, defectos, cosas que nos gustan y otras que no, un carácter individual que vamos desarrollando con el paso del tiempo. Así que, para responder a esta pregunta, es importante pensar ¿quién era yo cuando nací? Cuando era pequeño, ¿cómo era conmigo mismo, sin estar los demás presentes?, ¿qué me gustaba más de mí mismo (y qué menos) cuando estaba con los demás?

    No te definas en base a tus estudios, sitios donde has trabajado o tu profesión. Piensa en quién eres, no en qué tienes o qué haces.

     


    2. ¿Qué me duele?

    Cuando te sientes mal, ¿qué te duele?

    Esta pregunta es más difícil de lo que parece, ya que tendemos a ponernos excusas y a que nuestra parte egoica (el orgullo o esa máscara que nos hemos creado), tiende a taparnosla.

    Sin embargo, todo lo que nos enfada, lo que nos da miedo o lo que nos hace sentir mal, tiene el mismo origen: nuestra fuente de dolor. 

    Plantéate distintos conflictos que has tenido contigo mismo o con tu entorno: ¿qué te dolió de ese momento?, ¿por qué tenías unas expectativas distintas a lo que luego realmente ocurrió?, ¿qué tienen en común a nivel de sentimientos todos estos conflictos? Profundiza, llega a la raíz.

     


    3. ¿Qué me hace feliz?

    El proceso de autoexploración y autoconocimiento no puede darse sin pensar en qué nos hace felices. 

    Si me dedicase a hacer algo por hobby, sin ganar dinero por ello, y no tuviera barreras de circunstancias concretas o económicas, ¿qué objetivos me pondría en la vida?

    Planteándote estas preguntas, encontrarás qué te hace verdaderamente feliz más allá de que tenga un fin concreto o no. Quizá encuentres tu propio camino en otra profesión, en otra relación o rodeándote de otras personas, ¡no tengas miedo a dar el paso! La persona que mejor sabe qué le gusta y qué le va bien, eres tú, confía en ti, confía en tu intuición.

     


    4. ¿Acepto mis circunstancias?

    Todas estas preguntas anteriores y todas las reflexiones a las que nos derive este camino de autoconocimiento, nos llevarán al siguiente paso, la aceptación

    En palabras de Borja Vilaseca, aceptarnos en términos de desarrollo personal es entender el fin pedagógico de todo lo que nos está pasando. Cuando entendemos que necesitamos aprender para poder llegar a nuestro fin, se ve el claro desde lo alto del bosque. Recuerda que la vida no te da lo que quieres, te da lo que necesitas, confía en ella. Todo lo que nos pasa en la vida, pasa a través del prisma de la aceptación: ¿has aceptado lo que te pasó hace años?, ¿has aceptado por qué estás viviendo esto ahora mismo?

     


    Un equipo que se conoce es un equipo que avanza

    Conocernos a nosotros mismos conlleva una reducción de los conflictos internos y, también, con nuestro entorno. Si conseguimos combinar nuestro conocimiento interno con una escucha activa, una política de feedback y con una colaboración constante entre nosotros, podremos garantizar una mejor cultura corporativa y una reducción de problemas relacionados con la rutina y la colaboración.

    En Evolution creemos fielmente que el desarrollo personal, ya que el cambio empieza por nosotros mismos, pero tiene la capacidad de extenderse en nuestro entorno. El autoconocimiento nos da herramientas para encontrar nuestra esencia, lo que tiene un impacto positivo en todas las facetas de nuestra vida. Es la herramienta que nos moviliza a cambiar y evolucionar. Como decía Gandhi, debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo.