Transformación digital: oportunidad y reto

En el contexto en el que nos encontramos, las empresas compiten en un mundo digital, hiperconectado y globalizado. Esto ha supuesto un cambio social y tecnológico al que las organizaciones tienen que adaptarse tanto a nivel interno como externo. Ser digital ya no es una opción.

Sin embargo, del informe “La digitalización como palanca de competitividad de la pyme”, realizado por la Cámara de Comercio de España, se puede extraer que las empresas aún tienen mucho recorrido para alcanzar un mayor nivel de digitalización.

Factores clave en el proceso

La transformación digital, como concepto, suena bien, pero en la práctica supone un proceso constante de transformación a todos los niveles de la empresa.

El punto de partida debe ser, como en todo proceso de cambio, el establecimiento de objetivos y la definición de un plan de acción progresivo a ejecutar en función de las prioridades de la empresa.

Para que este cambio se produzca, las personas juegan un papel fundamental. Los líderes de la organización deben estar comprometidos con la digitalización de la empresa y deben transmitir este cambio cultural y organizacional a sus equipos. Involucrar a todos los trabajadores en el proceso, hacerles partícipes de los cambios y comunicar internamente cómo les va a afectar será decisivo para que la transformación digital se pueda implementar con éxito.

Por último, cabe destacar la importancia de alinear la tecnología con la estrategia y los procesos para poder conseguir los objetivos digitales y organizacionales.

¿Cuáles son sus resultados?

Aunque sea un proceso constante, los resultados se van materializando día a día. De esta forma y poco a poco:

• Mejora la transferencia de la información, tanto interna como externa, puesto que permite establecer canales de comunicación y de trabajo comunes.
• Facilita la creación de nuevos procesos y su implementación de forma más eficiente en toda la organización.
• Se desarrollan nuevas técnicas y habilidades que repercuten positivamente en el crecimiento del equipo. En este sentido, el nivel de digitalización de las empresas es uno de los factores clave en la satisfacción interna de los trabajadores.
• Mejora la experiencia del cliente, entre otras cosas porque permite ponerlo en el centro de la estrategia, analizando sus necesidades y adaptando los servicios a estas.
• Anula (o minimiza) la barrera de la distancia de forma que ya no importa dónde se localiza tu compañero o cliente para poder colaborar con él.
• Todo ello repercute en una mejora de la competitividad y supone un cambio en la cultura de la organización, tanto estratégico como operativo.

Digital Evolution

En el caso de Evolution, el crecimiento del equipo, la internacionalización de nuestros servicios y la coordinación de trabajadores deslocalizados hizo cada vez más necesaria la digitalización de la empresa, tanto con objetivos internos (comunicación y trabajo en equipo) como externos (mejor servicio de cara a nuestros clientes).

Esto nos hizo plantear la implementación de un software de gestión empresarial que aglutinase la información que durante años la empresa había ido generando en un único canal y con unas pautas comunes. Entonces nos dimos cuenta de que lo importante no era la tecnología en sí, sino cómo esa tecnología ayuda a tomar decisiones y a conseguir nuestros objetivos.

Nuestro proceso de transformación digital nos ha ayudado a evolucionar como organización, pero por supuesto aún nos queda mucho por aprender.