El teletrabajo en Evolution: cómo nuestras casas se han convertido en las mejores oficinas
El teletrabajo no es el futuro: es el presente. En este año 2020 somos muchos los empleados que nos hemos familiarizado con esta práctica que parece haber venido para quedarse. Debido a las particularidades de la crisis del COVID-19, España experimentó una subida del índice de teletrabajo del 5% al 34% y, en los últimos 10 meses, se ha multiplicado por 8 el número de empresas que ofrecen esta opción.
Evolution aprovechó esta situación para subirse al carro del teletrabajo full time, con el principal reto de garantizar el desempeño habitual de nuestras funciones como si estuviéramos en la oficina.
Afortunadamente, Evolution contaba con una ventaja que David Gil, People & Talent Manager, nos aclara: “Ya teníamos un día de teletrabajo semanal, por lo que había una política implementada en la empresa. Esto nos permitió saber qué hacer, cómo gestionar el trabajo desde casa”. De esta forma, nos cuenta, la transición se produjo de una forma sencilla y ágil. “No nos pilló de golpe, estábamos preparados”, concluye.
Sin embargo, a pesar de que ya contáramos con todo el material y las herramientas online para transformar nuestras casas en oficinas totalmente funcionales, teníamos que hacer un esfuerzo común para seguir siendo el mismo equipo de siempre.
¿Cuáles han sido los principales retos?
Durante esos primeros meses, todos hemos encontrado nuevos desafíos a los que enfrentarnos. “Mi principal reto fue demostrar que también mi puesto se puede desarrollar desde casa porque está todo digitalizado. Y creo que lo he conseguido”, nos explica muy contenta Pilar Muñoz, que tuvo que adaptar un rol tan presencial como el de Office Manager a la modalidad online.
“Hemos aprendido a comunicarnos desde la distancia con el equipo”, nos desvela Eva Zamarro, Director of Finance & Administration. La preocupación por mantener una buena comunicación con los evolutioners ha sido compartida por varios departamentos. David Gil nos recalca la importancia de generar seguridad entre los trabajadores: “estábamos acostumbrados al trabajo presencial. En este cambio de paradigma teníamos que confiar en que el trabajo se estaba haciendo. Teníamos que transmitir a la gente la tranquilidad de que el trabajo podía salir”.
Para hacer llegar esa seguridad de la que nos hablaba David, hemos aprendido a incorporar algunas técnicas para cuidar nuestro trabajo y mantener un seguimiento continuo de nuestras responsabilidades. Así, Víctor Rodríguez, Project Manager y Head of EU Programs, nos cuenta: “he tenido que hacer un esfuerzo extra para mantener reuniones semanales, one to one, con las personas del departamento para estar más pendiente de cómo van avanzando las tareas, la relación con los clientes… Antes simplemente me levantaba, iba a sus mesas y les preguntaba”.
A las dificultades laborales de esta modalidad de trabajo, teníamos que sumar las personales. Uno de los conceptos que más se han asociado a esta experiencia ha sido la conciliación. Teresa Maestro, Senior Innovation Consultant en nuestra oficina de Valencia, compaginó el teletrabajo con cuidar de su bebé, y nos cuenta que, a pesar de haber sido una experiencia positiva poder estar con su pequeño en casa, no ha sido nada sencillo: “sobre todo el primer mes, en el que aún no teníamos cuidadora que viniera a casa a ayudarnos. Teníamos que trabajar y cuidarlo. Es muy complicado llevar adelante ambas tareas de forma satisfactoria, ya que te da la sensación de que te puedes quedar a medias.”
Víctor, también padre, coincide en la importancia de incorporar un horario de trabajo flexible “de forma que pudieras organizar el día en base a las necesidades laborales y personales, aprovechando los momentos más tranquilos en casa para una mejor concentración”.
Seguimos estando #juntosperonocerca
“Quizás por nuestra cultura, nos gusta mantener un contacto muy personal”, nos dice Eva, que nos cuenta que las reuniones semanales se han ido convirtiendo en algo primordial, no solo para sacar adelante nuestro trabajo, sino, también para sentirnos más cerca. “Está siendo una gozada trabajar con ellos, una experiencia enriquecedora desde el punto de vista humano”, nos comenta Pilar, que se siente muy satisfecha con la comunicación en su equipo y cómo han sabido ayudarse en estos tiempos tan complicados, “si la persona está bien, el trabajo sale, pero lo primero es cuidarnos mutuamente, escucharnos”.
Este esfuerzo por mantenernos juntos no solo lo hemos tenido con el equipo de siempre, sino, también, con las nuevas incorporaciones que han comenzado su trabajo en Evolution desde sus casas. María Flores, que se unió en julio como Project Manager desde Sevilla, nos señala que, aunque es difícil mantener una visión global de la empresa sin conocer a nadie físicamente, destaca positivamente la implicación de sus compañeros: “me han hecho muy fácil la integración en el equipo, siempre disponibles para echar una mano, contestar una duda… ¡Y hasta para tomar un café virtual!”. “No haber conocido personalmente a las nuevas incorporaciones no ha sido un problema”, agrega Víctor, que ha sumado cuatro nuevos miembros a su equipo, “les hemos hecho más seguimiento diario, para ver qué tal iban… Hemos intentado que también sientan ese link de unión, de pertenencia”.
En estos meses, hemos continuado con acciones de team building y actividades online para poder mantener nuestra relación como siempre. Sin embargo, hay algunos aspectos típicos del trabajo presencial que nuestros compañeros echan en falta. “Somos personas y necesitamos relacionarnos y, en la oficina, teníamos muy buen trato”, nos comenta Víctor. “No creo que haya que perder esas relaciones que se mantienen cara a cara. Cohesionan al equipo y, en definitiva, a la empresa”, añade David, “sin contacto con el equipo, podemos perder la noción de la realidad”.
¿Qué estamos aprendiendo del teletrabajo?
A pesar de las dificultades y de que echemos de menos esas risas improvisadas en la oficina en torno a un café, todos hemos conseguido aprender mucho de la situación y afrontarla sin problemas.
Hemos incorporado nuevas técnicas y estrategias a nuestro día a día, que nos han hecho ser más productivos. Eva nos hace hincapié en cuál es la clave para ella: “la organización de las tareas y del espacio de trabajo. Me ha servido mucho para marcarme hitos personales a la hora de avanzar. No tanto a nivel de me pongo un objetivo final, sino me pongo pequeños escalones, para poder avanzar mejor”.
De esta organización también nos habla David, que cree que el equipo está más coordinado que cuando estábamos en la oficina: “estamos mejorando en ser más resolutivos, ahora somos más autónomos e independientes, más dinámicos, todo es mucho más ágil”.
Víctor se encuentra muy satisfecho con el trabajo de su equipo: “A pesar de que haya gente teletrabajando desde sus casas, en otras ciudades… No hemos notado menos rendimiento. De hecho, hemos obtenido mejores resultados teletrabajando, porque conseguimos una mayor concentración, no tenemos las distracciones típicas de una oficina y hemos conseguido una mayor flexibilidad”.
Todo ello se complementa con una mejor disposición y estabilidad anímica por parte de los empleados. “Hemos mejorado nuestra la calidad de vida”, nos dice Pilar, “te refuerza la autoestima y la confianza: tus superiores confían en ti desde la distancia, lo que te hace ser más responsable”.
Con respecto a la presencia física, Eva nos añade que “si podemos evitar el presencialismo, se ayuda a nivel sanitario a las personas que obligatoriamente tiene que ir a sus puestos de trabajo. Esto es bueno no solo para la empresa y las personas, sino también a nivel social, sanitario e incluso ambiental”.
Socialmente no dejamos de escuchar reflexiones sobre cómo esta situación está cambiando conceptos que teníamos muy aceptados a nivel laboral. La oficina es uno de ellos. David, como profesional de recursos humanos, también es consciente de esta transformación: “antes, al ser la oficina lo único que conocíamos, lo vivíamos como algo esencial. Sin embargo, aunque sigue siendo útil e importante, no es tan necesaria como creíamos”.
El equipo se siente orgulloso de estar experimentando de manera satisfactoria este cambio de paradigma en primera persona. Al haberles permitido desempeñar su trabajo de manera remota, Evolution se ha subido al carro del progreso profesional. “Antes, era normal en los trabajos ofrecer algún tipo de beneficio social diferente. Ahora, esto es algo obsoleto. El nuevo engagement con los empleados es el teletrabajo: es el nuevo privilegio laboral”, concluye Víctor.
Todos tenemos nuestra historia personal sobre el teletrabajo, pero compartimos la misma sensación: hemos podido desarrollar nuestro puesto satisfactoriamente y estamos muy contentos con la posibilidad de demostrar que otra forma de trabajar es posible. “Me siento muy orgullosa de Evolution: desde las nuevas incorporaciones hasta los equipos de siempre, los managers… Todos hemos puesto nuestro granito de arena para que el trabajo siga adelante”, nos confiesa Pilar con una sonrisa. Este sentimiento es compartido con Víctor que ha conseguido ser más productivo, disfrutar más de su trabajo y de su día a día: “cierro el ordenador al acabar la jornada y me siento satisfecho. Y ese es nuestro objetivo: acabar cada día con esa sensación de productividad”.
¿Y tú? ¿También consideras el teletrabajo algo importante en tu día a día? ¿Te gustaría formar parte de nuestro equipo y vivir la experiencia desde dentro?