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  • I+D+i: ¿Un freno de emergencia ante el coronavirus?

    por Myriam de Cabo & Noemí Quesada | Abr 7, 2020 | Reading time: 5 minutes | Blog

     

    Apenas unos días antes de que cerrara la convocatoria del 20 de marzo de 2020 para la tercera ronda de financiación del programa EIC Accelerator, la Comisión Europea animaba a empresas con soluciones para luchar contra el COVID-19 a presentar sus proyectos, buscando impulsar la financiación de iniciativas que puedan apoyar la resolución de la actual crisis mundial. 

    Esta ha sido una de las primeras medidas adoptadas por la Unión Europea para apoyar la resolución de esta pandemia internacional que amenaza con cambiar el mundo como lo conocemos. Aunque aún es pronto para conocer el alcance de los efectos que tendrá esta crisis a largo plazo, como consultora en innovación no puedo evitar preguntarme qué papel jugaremos nosotros en todo ello.

     

    Coronavirus: “Crónica de una muerte anunciada”

    Empecemos por el principio, principios de 2020, cuando ya los canales de noticias y periódicos del mundo comenzaban a hablar de una misteriosa nueva enfermedad en China, lugar desde donde se había iniciado lo que a día de hoy es ya una pandemia a escala global. 

    China, ese país que está a “solamente” medio día de vuelo de distancia, se colaba en nuestro día a día a través de noticias que nos parecían ajenas y lejanas. Sin embargo, en muy poco tiempo, su eco llegó reverberando y empezó a oírse de cerca, con la confirmación de los primeros casos en Italia, luego en España y así, paulatinamente, acabó por expandirse al resto del mundo. Su impacto en nuestra sociedad no se hizo esperar: en las últimas semanas, medidas de distanciamiento social e incluso el “estado de alarma” han sido implantados a lo largo y ancho de los cinco continentes, en un intento por frenar el avance del virus.

     

    I+D+i: ¡Está en todas partes!

    Estamos ante una circunstancia extraordinaria a nivel global, que nos mantiene en pausa y a la espera. Estamos afrontando una situación que nos fuerza a un tiempo de reflexión y de aprendizaje. Es hora de pasar a la acción e implementar cambios. Es hora de reflexionar sobre la lectura positiva que debe salir de esta situación. ¿Cómo podemos contribuir a la mejora de la situación? ¿Qué papel juega la I+D+i y por qué es una apuesta necesaria? Si las innovaciones a lo largo de la historia de la humanidad han sido nuestras mejores aliadas, entonces ¿qué necesitamos para asegurar su continuidad?

    La base para las respuestas a estas preguntas parte sin duda de la educación, un pilar fundamental para la sociedad, el cual no se debe descuidar a pesar de las eventualidades que se crucen en el camino. Una buena base educativa es primordial independientemente de la futura profesión a la cual las generaciones emergentes se quieran dedicar. Unos cimientos sólidos favorecen que la capacidad creativa y la curiosidad actúen como motores del aprendizaje, ayudando a mantener viva la llama del conocimiento.

    Además, la educación también es la clave de la generación del pensamiento crítico, que a su vez nos ayuda a discernir mejor la información y a afrontar la realidad del mundo en el que vivimos evitando caer en las tan famosas fake news y hoax, entre otros.

    Hoy por hoy, la educación ha vuelto a los hogares con padres y madres que tratan de compaginar sus trabajos con la tarea de apoyar a los docentes para finalizar el presente curso escolar. También encontramos a los profesores haciendo todo lo posible por mantener la programación, adaptar el contenido, dar clases online y ajustar las necesidades de los alumnos a las circunstancias. Afortunadamente, formar parte de una sociedad cada vez más digital hace la información mucho más accesible, pero también trae consigo el reto de convertir el acceso a internet y a equipos informáticos en un bien básico.

    Esto nos lleva a que la digitalización es una innovación importante para la transformación, no solo a nivel educativo, sino también a nivel laboral. En España, desde el pasado mes de marzo, muchos puestos de trabajo se han visto “forzados” a una digitalización exprés. Para algunos de nosotros, los más afortunados, el teletrabajo ya era parte del día a día; para otros, era algo que ansiaban pero nunca habían tenido la oportunidad de experimentar, y para otros, lo veían tan lejano en el tiempo que ni siquiera se lo habían planteado. Lo que claramente ha salido a la superficie, es la necesidad de darle un giro copernicano a cómo muchos puestos de trabajo están planteados. Flexibilidad, adaptabilidad y digitalización deberían ser calificativos comunes a muchas de las industrias y empresas de la sociedad moderna. 

    Si retomamos el tema principal de nuestro artículo y volvemos a la pandemia generada por el COVID-19, no es una sorpresa que podamos decir que “la salud lo es todo”. Es quizás una frase muy “trillada”, pero no por ello menos cierta; nuestro estado de salud, dada la situación actual, puede transformarse en frágil y altamente vulnerable aún llevando un estilo de vida de lo más saludable. Si alguien lo ponía en entredicho, este nuevo enemigo invisible ha venido para dejarnos bien claro que no sirve mantenernos como hasta ahora. 

    Es por ello que la necesidad de soluciones para la preservación y conservación de la salud se hace todavía más urgente. Para el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos, la importancia de la I+D+i queda más que patente, pero como ya hemos podido observar, la innovación no solo tendrá que suceder en el ámbito médico. Las innovaciones tecnológicas, por ejemplo, ayudarán a la aceleración de la creación de otras soluciones, que a su vez servirán ante esta y otras amenazas futuras de la era moderna. Esta crisis sanitaria actual nos recuerda que ningún plan de contingencia está preparado si no se tienen en cuenta los avances de I+D+i en todos los ámbitos.

     

    Conclusiones

    Al comienzo de este artículo, mencionábamos el llamamiento realizado por parte de la Comisión Europea dentro del programa H2020 ante la última call del EIC Accelerator Pilot. Esta no ha sido la única medida por parte de la Comisión directamente relacionada con la I+D+i. Las fechas finales de participación de diversos programas han sido extendidas en al menos una semana, y además han surgido nuevas iniciativas que buscan solucionar el problema, como por ejemplo es el Hackaton EUvsVirus, que tendrá lugar del 24 al 26 de abril. 

    En concreto, en la última convocatoria de EIC Accelerator, tras otorgar una extensión de 48 horas, el número final de propuestas recibidas por la Comisión fue de 3.968, todo un récord de participación, representando más del doble de la media de propuestas recibidas en convocatorias anteriores. De estos 3.968 proyectos, más de 1.000 están enfocados a solucionar los problemas causados por el coronavirus.

    Fuente: Record number of applications to the EIC Accelerator Pilot: over 1,000 ideas to help tackle coronavirus outbreak [/caption]

    La alta participación en esta última convocatoria arroja un poco de esperanza sobre el camino a seguir por otras instituciones públicas y privadas. Ahora más que nunca se hace necesario el apoyo de todos para paliar los efectos que esta crisis está teniendo, y la I+D+i juega ya un papel esencial en la solución a esta pandemia. 

    En Evolution nos dedicamos desde hace más de 15 años a apoyar a empresas que llevan la innovación como parte esencial de su ADN. Ahora más que nunca queremos aportar nuestro granito de arena y te ofrecemos nuestros servicios para que puedas evaluar de manera gratuita y sin compromiso tu proyecto. ¡Envíanos un email a info@evolutioneurope.eu y nos pondremos en contacto contigo!